Querer tener el control sobre algo o alguien, nos lleva INCONSCIENTEMENTE a estar en un estado de ALERTA constante y cuando se vive con estrés o de manera automática, ese pensamiento o sensación hace que el cerebro envíe una orden arcaica a nuestra biología de estar permanentemente en alarma ante la existencia de una AMENAZA DE PELIGRO (real ante nuestros ojos pero que en realidad suele ser imaginaria) recordemos que el cerebro NO discrimina y la mejor forma para nuestro cerebro (que se encarga SIEMPRE de mantenernos vivos al instante siguiente) es hacer que nuestro sistema nervioso trabaje más de lo normal, inclusive más rápido, para poder estar atentos con todos nuestros sentidos, desencadenando esto síntomas o comportamientos NO AGRADABLES con nosotros mismos y con el entorno.

¿Qué situación podrías notar HOY que NO TIENES EL CONTROL y sufres por ello?

¿Para qué te sirve tener el CONTROL de ese algo o ese alguien? 

Si te detienes un momento te darás cuenta que CON CONTROL o SIN CONTROL las cosas sucederán como tengan que suceder y que  fluirán como tengan que fluir con la diferencia de que tu estado de ánimo será distinto, haciendo esto que veas y vivas las cosas diferentes. Por consecuencia mis emociones podrían ser distintas sobre aquello que pretendo NO CONTROLAR.

Solo está en tus manos elegir la manera de vivirlo, porque afuera la situación es la misma CON CONTROL o SIN CONTROL (recuerda).

Suelta y fluye y te permitirás VER la VIDA de una forma DISTINTA.